Skip to main content
Dirección

Calle Hispanoamérica, 24 -  44432 Alcalá de la Selva (Teruel)

Síguenos en Redes Sociales
Dirección

Calle Hispanoamérica, 24 - 44432 Alcalá de la Selva (Teruel)

El Castillo de Alcalá de la Selva

Es una impresionante fortaleza con una rica historia que se remonta a tiempos medievales. En su origen, este castillo fue una fortaleza musulmana, un testimonio de la influencia musulmana en la península ibérica. Su importancia estratégica en la región se evidenció en su diseño y ubicación, que ofrecían una defensa formidable contra posibles invasiones.

La historia del castillo cambió significativamente en 1174 cuando fue reconquistado por Alfonso II, marcando el fin del dominio musulmán en la fortaleza. Al año siguiente, en 1175, Alfonso II cedió el castillo a la abadía francesa de Santa María de Selva Mayor. Este acto no solo redibujó el mapa de la región, sino que también dejó una huella duradera en la historia local, pues la localidad pasó a llamarse Alcalá de la Selva en honor a la abadía.

Dos siglos más tarde, en el siglo XIV, los monjes de la abadía decidieron vender la fortaleza a los Fernández de Heredia, una prominente familia que también era señores de la baronía de Mora de Rubielos. Bajo su posesión, el castillo fue sometido a una importante renovación y transformación. Los Fernández de Heredia lo convirtieron en una residencia de recreo, añadiendo elementos que reflejaban la riqueza y el estatus de sus nuevos propietarios.

Sin embargo, el castillo no escapó a las vicisitudes de la historia. Durante el siglo XIX, España se vio envuelta en una serie de conflictos bélicos, que tuvieron un impacto devastador en numerosas estructuras históricas, incluido el Castillo de Alcalá de la Selva. En 1834, durante las Guerras Carlistas, el castillo fue ocupado por las tropas carlistas. Fue atacado y destruido por el general O’Donnell, un episodio que dejó al castillo en ruinas.

A pesar de los daños sufridos, el castillo fue reconstruido en 1839. Esta reconstrucción no solo se encargó de reparar los daños, sino que también incorporó mejoras significativas en su estructura. El castillo fue ampliado y remodelado con una planta triangular, una forma poco frecuente en castillos construidos sobre roca. Esta planta triangular, junto con el uso de mampostería y sillería en las aristas, proporcionó al castillo una apariencia imponente y una funcionalidad mejorada.

El diseño de la reconstrucción incluía dos salas superpuestas. En la planta baja, el espacio central está cubierto por una bóveda de cañón apuntado, construida en sillería, mientras que la bóveda de horno cubre la sala lateral sur. En el centro de la fortaleza se encuentra un patio que proporciona un acceso visual a los distintos espacios y una fuente de luz natural para las áreas interiores.

Hoy en día, el Castillo de Alcalá de la Selva no solo es un monumento histórico, sino también un símbolo de la resiliencia y la adaptabilidad a lo largo de los siglos. Su historia refleja las complejidades de la España medieval y moderna, y su impresionante arquitectura sigue siendo un testimonio del ingenio y la habilidad de sus constructores. Visitar el castillo es una oportunidad para sumergirse en la rica herencia de la región y apreciar una pieza clave del patrimonio histórico español.

Ir al contenido